El Sistema de Radiocirugía Robótica CyberKnife® fue aprobado por la U.S. Food and Drug Administration en el 1999 para el tratamiento de tumores en la cabeza y la base del cráneo. A pesar de su nombre, el Sistema CyberKnife no realiza intervenciones quirúrgicas. En realidad, no implica corte alguno. En cambio, el Sistema CyberKnife administra dosis elevadas de radiación directamente a los tumores cerebrales. El Sistema CyberKnife ofrece a los pacientes una alternativa no invasiva a la cirugía del cáncer cerebral, y puede utilizarse en tumores cerebrales que se consideran inoperables debido a su situación en la cabeza, en pacientes que no pueden someterse a una operación cerebral debido a su mala condición médica o en pacientes que rechazan la cirugía. Además, el Sistema CyberKnife puede tratar tumores benignos o no cancerosos y otros trastornos como por ejemplo la neuralgia del trigémino y las malformaciones arteriovenosas.
Normalmente, los tratamientos para el cáncer cerebral con el Sistema CyberKnife se realizan de manera ambulatoria a lo largo de un período de entre uno y cinco días y no requieren noches de hospitalización. La mayoría de los pacientes experimentan ningún efecto secundario o efectos secundarios mínimos con un tiempo de recuperación rápido.
¿Qué es el cáncer cerebreal?
El cáncer cerebral es un crecimiento anormal de células en el cerebro, que provoca la acumulación de un conjunto de células denominado tumor cerebral. Si las células anormales eran originariamente células cerebrales que empezaron a crecer de manera incontrolada, se trata de un tumor cerebral primario. Si las células anormales se originaron en otra parte del cuerpo, como el pulmón o la mama, y fueron transportadas al cerebro por la sangre u otros líquidos corporales, se considera que es un tumor cerebral metastásico. En los Estados Unidos se diagnostican más de 18.000 casos de tumores cerebrales1 y más de 170.000 metástasis cerebrales cada año.
Tumores cerebrales primarios
Hay muchos tipos de tumores cerebrales primarios, como por ejemplo meningiomas, adenomas hipofisarios, schwannomas y gliomas, que se dividen en astrocitomas, ependimomas, meduloblastomas y oligodendrogliomas. Cada tumor cerebral primario se clasifica en función del tipo de célula cerebral normal en el que tiene su origen y muestra unas características y patrones de crecimiento especiales. Los gliomas representan el 40% de la totalidad de los tumores cerebrales primarios y es frecuente que se extiendan desde el cerebro hasta otras partes del cuerpo.1El tipo más agresivo de glioma se denomina glioblastoma multiforme.
Tumores cerebrales metastásicos
Las células que forman los tumores cerebrales metastásicos llegan al cerebro desde otras partes del cuerpo a través del torrente circulatorio, siguiendo los nervios o en el líquido que rodea la médula espinal y el cerebro. En la mayoría de los casos, estas células tienen su origen en tumores de pulmón, mama, piel o colon, y se depositan en el cerebro, donde crecen hasta formar un tumor.
Los tumores cerebrales tanto primarios como metastásicos pueden ser muy peligrosos porque pueden comprimir el sensible tejido cerebral y los nervios situados en la cabeza, provocando síntomas como pérdida de visión, pérdida de audición, problemas de equilibrio, dolor o convulsiones. A medida que estos tumores crecen, pueden ser potencialmente mortales porque alteran partes críticas del cerebro responsables de la respiración y otras funciones vitales básicas.
¿Cómo se detecta el cáncer cerebral?
Los pacientes con tumores cerebrales pueden experimentar síntomas tales como cefaleas, convulsiones y otros problemas neurológicos. Puesto que muchos de estos síntomas no son exclusivos de los tumores cerebrales, es difícil realizar un diagnóstico sin algún tipo de pruebsa de diagnóstico por la imagen. Con frecuencia el diagnóstico requiere la visualización del tumor cerebral por parte de un médico que emplea instrumentos como la tomografía por emisión de positrones-tomografía computarizada (TEP-TC), la tomografía computarizada (TC) o la resonancia magnética (RM). Una vez establecido el diagnóstico, puede que sea necesario realizar más pruebas para identificar el tipo concreto de tumor y determinar el tratamiento adecuado para el paciente.
¿Cómo se trata el cáncer cerebreal?
El tratamiento de los tumores cerebrales requiere a menudo combinaciones de diferentes tipos de tratamientos para luchar eficazmente con la enfermedad.
Cirugía:
Para tumores solitarios que no se encuentran cerca de las estructuras más críticas del cerebro, como las que intervienen en la visión o la regulación de la respiración, la opción de tratamiento más habitual es la cirugía, en la que el tumor se elimina mediante una intervención quirúrgica.5 La cirugía se emplea para tumores cerebrales primarios, como el GBM, así como para metástasis cerebrales solitarias y tumores benignos. La cirugía suele seguirse de radioterapia de todo el cerebro o técnicas de radiación del cerebro parcial con el fin de eliminar cualquier fragmento microscópico del tumor. En algunos casos, los tumores cerebrales malignos pueden tratarse en combinación con quimioterapia para obtener un mayor efecto.
Radioterapia:
Si el paciente sufre múltiples tumores, como suele ocurrir con el cáncer cerebral metastásico, normalmente el tratamiento consiste en radioterapia de todo el cerebro. En general, el tratamiento radioterápico de todo el cerebro requiere entre 20 y 40 sesiones durante un período que va de cuatro a seis semanas y se utiliza para tratar la totalidad del cerebro, tanto el tumor o tumores como el tejido normal. El tejido cerebral normal no es tan susceptible a las dosis pequeñas de radiación como las células tumorales, por lo que los cursos amplios de radioterapia de todo el cerebro provocan una destrucción mínima de células cerebrales normales.
Para pacientes con un número limitado de tumores en el cerebro, otra opción es la radiocirugía.6
Quimioterapia:
La medicación quimioterapéutica se administra por vía oral o intravenosa. Afecta tanto al tejido normal como a las células cancerosas, por lo que los pacientes pueden experimentar efectos secundarios como náuseas graves y vómitos, infecciones, fatiga y pérdida de peso. Normalmente, la quimioterapia se administra al paciente en combinación con otros tipos de tratamiento para el cáncer cerebral. Por ejemplo, puede administrarse después de una radioterapia de todo el cerebro para tratar los tumores metastásicos del cerebro y los tejidos situados fuera del mismo que produjeron originalmente las células cancerosas.
Radiocirugía:
Durante los últimos 25 o 30 años, la radiocirugía se ha convertido en una alternativa a la cirugía.7-9 A diferencia de la radioterapia convencional, durante la cual se administran pequeñas dosis de radiación durante semanas y meses, la radiocirugía puede tratar un tumor en entre una y cinco sesiones mediante la administración de una dosis elevada de radiación con una precisión extrema. Durante la radiocirugía, se administran centenares de pequeños haces de radiación desde diferentes ángulos que confluyen en el tumor. Este tratamiento permite atacar el tumor con una dosis elevada de radiación sin dañar el sensible tejido cerebral circundante. Para ser eficaz y segura, la radiocirugía debe ser precisa. Para conseguir esta precisión, algunos aparatos de radiocirugía, como el Gamma Knife®, requieren la fijación de un marco estereotáctico rígido a la cabeza del paciente con el fin de que el sistema pueda situar la localización exacta del tumor.8 Estos marcos se atornillan al cráneo del paciente después de administrarle anestesia local. Muchos pacientes consideran que estos marcos son incómodos y dolorosos. Además, si son necesarias múltiples sesiones terapéuticas, es posible que el paciente deba ser hospitalizado con el marco colocado durante varios días hasta la finalización del tratamiento.
Otros aparatos de radiocirugía, como el Sistema de Radiocirugía Robótica CyberKnife, suponen una mejora respecto a otras técnicas de radiocirugía gracias a la eliminación de los marcos estereotácticos. En consecuencia, el Sistema CyberKnife permite a los médicos lograr un alto grado de precisión de manera no invasiva y a los pacientes recibir el tratamiento de manera ambulatoria.
¿Cómo trata CyberKnife el cáncer cerebreal?
El Sistema de Radiocirugía Robótica CyberKnife supone una mejora respecto a otras técnicas de radiocirugía gracias a la eliminación de los marcos estereotácticos. En consecuencia, el Sistema CyberKnife permite a los médicos lograr un alto grado de precisión de manera no invasiva y a los pacientes recibir el tratamiento de manera ambulatoria. 10, 11 El Sistema CyberKnife puede determinar la localización exacta del tumor a tiempo real mediante el uso de imágenes radiográficas obtenidas durante el tratamiento del cáncer cerebral que hacen referencia a las estructuras óseas únicas de la cabeza del paciente.
El Sistema CyberKnife ostenta el récord de eficacia clínica demostrada. Más de 25.000 pacientes con tumores cerebrales y otras lesiones intracraneales han sido tratados con el Sistema CyberKnife.12 Se utiliza como tratamiento único o en combinación con otros tratamientos para el cáncer cerebral, como la quimioterapia, la cirugía o la radioterapia de todo el cerebro.
¿Qué conlleva un tratamiento con CyberKnife típico?
Los tratamientos para el cáncer cerebral de CyberKnife conllevan un trabajo en equipo en el que intervienen diversos especialistas. El equipo puede incluir:
un neurocirujano
un oncólogo radioterapeuta
un físico médico
un radioterapeuta
otro personal médico de apoyo
Una vez constituido el equipo, se iniciarán los preparativos para el tratamiento con CyberKnife. Por lo general, consta de tres pasos: Preparación y obtención de imágenes
Planificación del tratamiento
Tratamiento con CyberKnife
A diferencia de lo que ocurre con otros sistemas de radiocirugía –como Gamma Knife– con el Sistema CyberKnife no es necesario colocar a los pacientes un marco de cabeza rígido e invasivo. En la fase de preparación, el radioterapeuta confeccionará una máscara de malla blanda que se adapta al rostro del paciente. Esta máscara, cómoda y no invasiva, ayuda al paciente a mantener la cabeza y el cuello inmóviles durante el tratamiento. Con la máscara puesta, se llevará a cabo una TC. A continuación el equipo de CyberKnife empleará los datos de esta TC para determinar el tamaño, la forma y la ubicación exactos del tumor.
Es posible que también sea necesaria una RM, TEP o angiografía para visualizar completamente el tumor y la anatomía cercana. Una vez obtenidas las imágenes, la máscara facial se retirará y guardará hasta el inicio del tratamiento con CyberKnife. Entonces un físico médico y el médico del paciente utilizan los datos para elaborar el plan terapéutico del paciente. El paciente no tiene que estar presente en ese momento.
Durante la fase de planificación del tratamiento con CyberKnife, se descargarán los datos de la TC, RM o TEP al software de planificación de tratamiento del Sistema CyberKnife. El equipo médico determinará el tamaño del área que debe irradiarse y la dosis de radiación. Además, identificarán las estructuras críticas en que debe minimizarse la radiación. Con esta información, el Sistema CyberKnife calcula el plan de administración de la radiación óptimo para tratar el tumor. El plan de tratamiento aprovechará la maniobrabilidad extrema del Sistema CyberKnife, lo que permite la administración de un tratamiento más seguro y preciso.
Una vez elaborado el plan de tratamiento del cáncer cerebral, el paciente volverá al centro CyberKnife para recibir el tratamiento. Los médicos pueden optar por administrar el tratamiento en una única sesión o fraccionarlo en varios días. Normalmente, los tratamientos para el cáncer cerebral se llevan a cabo en cinco días. Para la mayoría de los pacientes, el tratamiento con CyberKnife es una experiencia completamente indolora. Los pacientes llevan ropa de calle cómoda y, dependiendo del centro donde se traten, es posible que se les permita llevar música para escucharla durante el tratamiento. Además, los pacientes pueden llevar algo para leer o escuchar mientras esperan y tener consigo un amigo o familiar para que los apoye antes del tratamiento y después del mismo.
Cuando llega el momento del tratamiento, el paciente se tumba en la mesa mientras le colocan la máscara facial personalizada en su sitio. El robot controlado por ordenador del Sistema CyberKnife se moverá alrededor del cuerpo del paciente hasta las diferentes localizaciones desde las que administrará radiación al tumor. Lo único que tendrá que hacer el paciente durante el tratamiento es relajarse y permanecer lo más quieto posible.
Una vez terminado el tratamiento con CyberKnife, la mayoría de los pacientes retoman rápidamente sus rutinas cotidianas sin apenas interrumpir sus actividades normales. Si el tratamiento se administra por fases, el paciente tendrá que volver para recibir tratamientos adicionales durante los días siguientes según recomienden los médicos. Los efectos secundarios varían de un paciente a otro. Por lo general, algunos pacientes experimentan efectos secundarios mínimos de los tratamientos con CyberKnife, pero éstos suelen desaparecer en una o dos semanas. Antes del tratamiento, el médico comentará con el paciente todos los posibles efectos secundarios que puede experimentar. Además, el médico puede prescribir medicación con el fin de controlar cualquier efecto secundario, si lo hay.
Después de terminar un tratamiento con radiocirugía CyberKnife, es importante que se programen visitas de revisión y que el paciente asista a las mismas. Además, debe tener presente que el tumor no desaparecerá de repente. La respuesta al tratamiento varía de un paciente a otro. La experiencia clínica revela que la mayor parte de los pacientes responden muy bien a los tratamientos con CyberKnife. Como seguimiento, los médicos controlarán el resultado en los meses y años siguientes al tratamiento, a menudo con el uso de TC o TEP-TC.