Mark: Neuroma acústicoEl viaje de Mark con el neuroma acústico empezó años antes de que él lo supiera. Recuerda haber estado sentado en el salón en 1991 escuchando música con los auriculares y haber pensado que el derecho no se oía bien. Dio por supuesto que el aparato se había roto y que sólo tendría que cambiarlo algún día. Tres años después, en 1994, la audición de Mark no había mejorado y ahora tenía una sensación de "taponamiento". Lo mencionó durante una exploración física, así que su médico programó un audiograma, el primero que se hacía desde el colegio. El audiograma confirmó que tenía una pérdida auditiva de alta frecuencia unilateral en el oído derecho. Cuando buscaba la causa, Mark recibía diversas respuestas, que podían ser demasiada música rock, un petardo cuando era joven o "vete tú a saber". Mark seguía preguntándose por la sensación de "taponamiento". ¿Podía tener algo en la cabeza que la causara? Le dieron que probablemente fuera sólo una sensación relacionada con su pérdida auditiva. Él no se sentía cómodo con esas respuestas y culpaba de todo a un viaje en avión que había tomado estando enfermo unos años atrás. "Reaccioné como lo haría cualquiera ante la noticia; miedo, pánico, pensamientos de "por qué yo" me pasaron por la cabeza al mismo tiempo", dijo Mark. "Mi esposa, Nancy, fue un gran apoyo y me ayudó enseguida a buscar en Internet en un intento para comprender mejor el diagnóstico. Encontramos muchos sitios web útiles y poco a poco empezamos a entender lo que implicaba el diagnóstico y las opciones de tratamiento que había." Mark se dirigió a Stanford, donde habló con Lawrence Shuer, M.D., profesor de neurocirugía y jefe de personal del Stanford Hospital and Clinics. Entonces su viaje con el neuroma acústico dio un vuelco. El Dr. Shuer escuchó su resumen de las consultas previas y le preguntó por qué no se planteaba un tratamiento con el Sistema de Radiocirugía Robótica CyberKnife®. Mark le contó lo que le habían explicado de los riesgos. El Dr. Shuer pudo aclararle algunas de las informaciones erróneas y le presentó a Steven Chang, M.D., neurocirujano y director del programa de Radiocirugía CyberKnife en el Stanford Hospital and Clinics. Ambos apuntaron que la radiocirugía llevaba usándose más de 30 años con porcentajes muy elevados de control tumoral. Esta nueva información dio mucho más que pensar a Mark, pero su decisión final fue más fácil cuando supo que tanto el Dr. Shuer como el Dr. Chang recomendaban la radiocirugía CyberKnife a la luz de su habilidad quirúrgica. Además, el Dr. Chang lo puso en contacto con varios pacientes que habían sido tratados con el Sistema CyberKnife previamente para que escuchara su experiencia. Mark decidió someterse a radiocirugía de CyberKnife para el neuroma acústico. El tratamiento se llevó a cabo de manera ambulatoria en tres días consecutivos antes de Acción de Gracias del 2001. Cada día se tumbaba en la mesa de tratamiento y escuchaba cómo el Sistema CyberKnife se movía en silencio a su alrededor. Aunque se tomó una semana libre en el trabajo y aminoró el ritmo esos tres días, el resto de su vida no quedó interrumpida. Mark volvió al trabajo la semana siguiente y retomó sus ejercicios un día después del tratamiento. Las pruebas de revisión de Mark han sido positivas hasta la fecha. A los seis meses, un audiograma reveló que su audición estaba inalterada y la RM puso de manifiesto que el neuroma acústico se estaba oscureciendo y había menguado un poco de tamaño. Al cabo de un año, el audiograma mostró cierta mejora en el reconocimiento del habla y la función nerviosa. Esto último era significativo, ya que indicaba que la dosis de radiación había sido bien tolerada por el nervio. La segunda RM de seguimiento reveló que el neuroma acústico tenía esencialmente el mismo tamaño, pero se había vuelto blanco de nuevo, lo que era indicio de cicatrización. El Dr. Chang le dijo a Mark que el neuroma acústico estaba siguiendo la clásica progresión de la necrosis o muerte celular. "Estoy tan agradecido por haber tenido la oportunidad de tratarme con los maravillosos médicos de Stanford y haber encontrado una tecnología no invasiva como CyberKnife", dijo Mark. "Al principio del camino estaba resignado a someterme a una intervención quirúrgica muy peligrosa y a sufrir sin duda una pérdida auditiva y quizás otros problemas. En cambio, no llegué a ver el quirófano y mi calidad de vida permaneció inalterada. No podría estar más contento con cómo ha ido todo." |